Ponce y Soria continúan su relación amorosa. Por increíble que parezca, ni la diferencia de edad ni los titulares provocativos han logrado acabar con la pasión que existe entre ambos. Le pese a quien le pese, Enrique y Ana se aman con locura. Viven apartados del foco, no buscan vender su historia y tampoco una carrera de la joven como modelo. Tan solo desean vivir en paz en su amada Almería, y así lo han hecho hasta el momento.
En los últimos años, el nombre de Ana Soria y Enrique Ponce ha recorrido revistas y platós. La tristeza de Paloma Cuevas, su posterior idilio con Luis Miguel y el estado de su relación actual con el torero siguen siendo temas de jugosísima actualidad, pero ningún protagonista busca beneficiarse en esta historia. Ni Ponce ni la mujer con la que compartió 20 años de matrimonio quieren hacer leña del árbol caído. Ana, siempre discreta, tampoco abre el pico.
Habló en 'El Hormiguero' y demostró ser una mujer madura. Se mostró educada, precavida, correcta y aparentemente sincera. Transmitía bondad y ternura. La misma ternura que, al parecer, les transmite a las hijas de su novio. No debió ser fácil para las dos niñas asumir lo sucedido entre sus padres, pero el tiempo ha sido el encargado de sanar las heridas.
En este momento, las niñas de Paloma Cuevas tienen relación con Soria. Una de ellas, la pequeña, disfrutó el pasado verano de una jornada de juegos con la pareja de su padre. Ana y ella fueron vistas en alta mar, en al barco de los Soria, disfrutando de un día de sol.
Ana Soria
"Se mostraron cómplices a bordo de un pequeño barco, en un paseo juntas en moto de agua y jugando con la mascota de la familia. En concreto, hay dos imágenes que llaman especialmente la atención, ya que se aprecia a la joven almeriense cuidando muy bien a la pequeña", explican en El Español.
Fotos | Gtres
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