Ser perezoso no es algo que esté bien visto, especialmente si hablamos del ámbito laboral. No sería una aptitud transferible que debería definirnos cuando hacemos una entrevista de trabajo.
Fíjate en la definición de “pereza” de la RAE: Del lat. pigritia. 1. f. Negligencia, tedio o descuido en las cosas a que estamos obligados. 2. f. Flojedad, descuido o tardanza en las acciones o movimientos.
Alguien perezoso parece poco motivado, vago incluso. Pero si hacemos caso a Bill Gates, y matizamos ligeramente eso de la pereza, podemos dar con la llave de la productividad siguiendo la “técnica del trabajador perezoso”.
Qué es la “técnica del trabajador perezoso” de Bill Gates
Cuando te hablamos de aquellas señales que indican que eres inteligente usamos una frase que vamos a recuperar hoy. Bill Gates dice "siempre elegiré a una persona perezosa para hacer un trabajo difícil porque una persona perezosa encontrará una manera fácil de hacerlo".
Hay quien dice que la frase en realidad es de Frank Bunker Gilbreth, un ingeniero estadounidense nacido en 1868 y defensor de la organización científica y pionero en el estudio de movimientos. De hecho se le conoce por ser, junto a su mujer Lillian Moller Gilbreth, un estudioso de los principios de la economía de movimientos. En sus teorías, explicaba que menos es más, y que aquellos trabajadores que derrochan energía y fuerza, aumentan su fatiga y consiguen menos resultados que aquellos que por pereza, economizan sus movimientos.
Volviendo a Bill Gates, adicto al trabajo tal y como nos explican en Xataka, el informático tenía claro a quién contratar para solucionar problemas: a los perezosos. De hecho, él mismo confesaba en el podcast Unconfuse Me que en su etapa escolar era bastante perezoso y aunque siempre se le dieron bien las matemáticas, intentaba hacer lo menos posible en clase. El empresario contaba que un profesor le recriminó su actitud y cambió su idea de aprendizaje al darle libros y recursos que incentivaban su interés para seguir avanzando y conseguir un objetivo. De hecho, es así como comenzó a usar la regla de las cinco horas, pero ese es otro tema.
Si hablamos de la “técnica del trabajador perezoso”, de lo que hablamos es de optimizar los recursos para conseguir mejores resultados. No significa que te sientes delante del ordenador en el trabajo a vivir la vida contemplativa o a verte las mejores series de Netflix. Ni que des rienda suelta a la procrastinación, que puedes acabar con ella “comiéndote la rana”.
Cómo aplicar la “técnica del trabajador perezoso” en tu día a día
La forma difícil de hacer las cosas no siempre es la mejor, según Gates y según el principio de la navaja de Ockham. "La cultura laboral en general tiene el problema de que la percepción del número de cosas que haces es más importante que la productividad real", afirmaba Gates en una de sus conferencias. Y la productividad real es lo que conseguiremos si simplificamos el trabajo para hacerlo más asequible y rápido.
Te pongo un ejemplo práctico. Hace poco tuve un proyecto de esos tediosos que ni con la hora del terror conseguía quitarme de encima, así que “perdí” una hora de mi tiempo buscando herramientas y fórmulas para agilizar el proceso. Pasé de 6 horas de trabajo a 3 solo averiguando cómo hacerlo de una forma distinta. Más rápida. Más eficaz. Más productiva.
Aytekin Tank, CEO y fundador de Jotform, escribió un libro que iba en la línea de este pensamiento de Gates. Automate Your Busywork: Do Less, Achieve More, and Save Your Brain for the Big Stuff, que traducido al castellano sería algo así como “Haga menos, consiga más y guarde su cerebro para las cosas importantes”.
Automate Your Busywork: Do Less, Achieve More, and Save Your Brain for the Big Stuff
En él afirma que “tienes que tomar decisiones que aborden la causa raíz de la pereza. No solo serás más productivo. Puede que incluso seas más feliz.” Y añade que “las emociones influyen en el pensamiento, por lo que si estás más satisfecho en el trabajo, tus pensamientos y acciones seguirán".
Siguiendo esa línea, propone algunas estrategias para usar esa técnica del trabajador perezoso de Gates, como disfrutar de los pequeños progresos, cambiar el enfoque o descansar, algo que ya hemos visto que influye en nuestra productividad. Y sí, hacer menos, delegando algunas tareas o eliminándolas de nuestra lista de pendientes usando la matriz de Eisenhower.
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